Los guanacastecos y el resto de ticos celebraron, en grande, el 182 aniversario de la Anexión del Partido de Nicoya, el pasado 25 de julio.
Los ticos nos vemos muy fortalecidos en el aspecto cultural, porque los nicoyanos nos aportaron todo su folclor. Todo esto se vió reflejado durante la soleada mañana del pasado 25 de julio en casi todos los centros educativos del país.
Los más pequeños llenaron las calles de ternura con sus bigotes falsos y sandalias de cuero, mostrando las tradiciones nacionales a su máxima expresión.
Desde las elaboradas presentaciones colegiales hasta los más sencillas pero significativos shows de los pequeños de maternal de varios kínder del país conmemoraron lo que sucedió hace ya 182 años.
Desde 1812, el Partido de Nicoya fue unido a nuestro país para poder completar la población necesaria y tener un representante en las Cortes de Cádiz, en España.
En 1821, cuando se declaró la independencia de Centroamérica, las autoridades nicaragüenses comenzaron a tener cierta influencia sobre los nicoyanos, pero Nicaragua era un Estado con muchos problemas internos y los habitantes se sentían más identificados con nuestro país, fue entonces cuando acordaron en cabildo abierto hacer una carta firmada por su jefe, Cupertino Briceño, pidiendo la anexión a la provincia de Costa Rica, ya que en ese entonces todavía Costa Rica no era República.
Los pueblos de lo que hoy es Guanacaste entendieron desde aquel momento que por su situación geográfica, tendrían mayores ventajas perteneciendo a Costa Rica que a Nicaragua, pero hasta el 25 de julio de 1824 quedó confirmada la anexión de los nicoyanos a Costa Rica.
El kínder Lluvia de Oro fue uno de los centros que se vistió de gala para que sus pequeños disfrutarán y aprendieran junto a sus familiares lo que significa ésta fecha para cada nicoyano y por ende cada tico.
La directora del centro educativo manifestó que estas actividades además de educar a los pequeños los llena de confianza para representar lo que es suyo frente a los asistentes.
Todos los estudiantes llegaron propiamente vestidos, cantaron el himno nacional con el respeto que se merece y se ocuparon en entretener al público con bombas y entretenidos bailes, como el grupo de maternal que bailaron con un caballo de palo la tradicional canción caballito nicoyano junto con su profesora.
“No hay que perder estas lindas tradiciones, mi hijo solo tiene 1 año y 9 meses y ha pasado toda la semana gritando bomba y bailando las alegres canciones típicas”, afirmó Daniela Salazar madre de uno de los estudiantes de Kinder Lluvia de Oro
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